"Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen", eso debió de pensar Francisco I cuando, tras realizar una nueva muestra de cercanía con la comunidad, le salió de manera defectuosa. El Papa había decidido tomar un almuerzo con veinte presos de la ciudad de Bolonia aprovechando que estaba de visita por la misma, sin embargo, esta acción de Francisco I no fue todo lo bien que se esperaba pues dos de ellos se fugaron aprovechando la situación.

Todo ocurrió el pasado domingo 1 de octubre cuando estos presos que se encontraban en un régimen de encarcelamiento abierto para la reinserción tuvieron el privilegio de ser invitados a cenar por Jorge Mario Bergoglio. Aprovecharon entonces tan ilustre visita para darse a la fuga sin que se sepa a ciencia cierta si llegaron a compartir mesa con el Sumo Pontífice.

Según la agencia de prensa AGI, se trataban de presos socialmente peligrosos o toxicómanos, no obstante, esta visita de Francisco I a las cárceles no es una novedad pues es algo que suele hacer en cada visita oficial que realiza. Ambos reos aún se encuentran desaparecidosy la policía los está buscando para que vuelvan a empezar su proceso de reinserción en el centro penitenciario.

Un contratiempo del que no tuvo información
A pesar de la situación, el Papa no fue informado del suceso y continuó su visita por la ciudad realizando los planes sin cambios. No obstante, esta noticia no ha cambiado la idea que tiene el Papa en estos ámbitos y pedía al resto del mundo que la pena de muerte quedase abolida. En palabras de Francisco I: "Se debe afirmar con fuerza que la condena a pena de muerte es una medida inhumana que humilla la dignidad personal" y "perjudica fuertemente la dignidad humana".

La idea que Francisco I a la dignidad humana, no obstante,  choca frontalmente con las declaraciones realizadas que hizo acerca de los transexuales días atrás. La Iglesia aún tiene que seguir dando pasos adelante, aunque tal vez no los hace tan rápido como debería.

MSN

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