Tras 12 años del proceso judicial que se siguió en contra del piloto Affe Gutiérrez, la justicia dominicana admitió, a través de una sentencia de descargo, que es inocente del homicidio que le imputaba el Ministerio Público.
Y es que desde aquel 29 de mayo del 2005, cuando se perpetró un robo en el negocio de su papá, la vida de Affe Gutiérrez cambió drásticamente, producto de “incongruencias en el sistema judicial”.
El jóven que protagonizó el robo, Wester Junior, apareció muerto el 11 de junio del año 2005 justo cuando Affe Gutiérrez, se encontraba cumpliendo prisión preventiva por otro caso. Pero estar tras las rejas al momento del homicidio, no le bastó para demostrar su inocencia. Meses después fue imputado por ese asesinato.
Esto le llevó a estar tras las rejas durante 28 meses, ser condenado a 30 años en dos ocasiones y posteriormente descargado y haber enfrentado tres juicios de fondo por el mismo caso.
No obstante, a pesar de haber vivido un viacrucis, tal y como él mismo lo define, Gutiérrez fue finalmente descargado el pasado miércoles por el Cuarto Tribunal Colegiado del Distrito Nacional, que en su sentencia alegó que los querellantes mostraron contradicción y cambiaron la historia varias veces, al referirse a los hechos en los cuales perdió la vida el joven Wester Junior Solís.
No guarda rencores
Ya en plena libertad y sin cargos Gutiérrez agradece al pueblo por su apoyo y reflexionó acerca de la actuación de la justicia dominicana, a la cual exhortó a “hacer un mea culpa”.
Asegura que a pesar de lo vivido, no guarda rencor contra el responsable de lo que vivió, porque para él y su familia, eso ya no tiene ninguna importancia.
Gutiérrez aún no olvida su paso por la cárcel de la Victoria, donde fue amenazado de muerte en tres ocasiones. “De verdad que fueron momentos muy duros, pero de todo lo que me ha sucedido, el daño más grave que sufrí estando en la cárcel fue no poder asistir al nacimiento de mi hija”, recuerda con nostalgia.
Resaltó que a pesar de esto no se han doblegado, “hemos luchado contra un sistema de justicia carcomido y sin saber cuál pudiera ser nuestra suerte nos hemos mantenido firmes”.
De su lado, su esposa Sarah Pepén, señaló que “esta experiencia me marcó bastante porque vivimos momentos muy amargos, de incertidumbre, de impotencia y a lo largo del tiempo, hemos ido madurando esa situación. Fue tanto tiempo sufriendo, pero ya no quiero recordarlo, lo que quiero es enterrar ese tema”.
“Tuve que emigrar y comenzar de nuevo”
Rafael Gutiérrez, padre de Affe, quien también fue imputado y descargado por el mismo homicidio, debió enfrentar una prisión preventiva de cinco meses y medio, que cambió su vida. “Yo tenía un negocio bien próspero (Lavadero de Carros Luperón), con una trayectoria de 33 años, que colapsó producto de esta situación. Este caso afectó mi salud y mis finanzas y me obligó a mudarme a Estados Unidos, donde comencé una nueva vida”, relató.
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